Vacas Invisibles. por Lic. Diego Madini

En todos los sistemas de producción la eficiencia es cada vez más relevante y en la producción lechera depende de la combinación de 4 áreas básicas:

  • Manejo – gestión
  • Nutrición – alimentación
  • Sanidad – salud
  • Genética

 

La articulación de estas 4 áreas es sin duda una tarea difícil y de mucha dedicación y esfuerzo por parte de los productores. Analizando profundamente esta articulación vamos a encontrarnos que todas las tareas y recursos asignados derivan en nuestras vacas. Ellas serán quienes realmente hagan eficiente y sostenible el sistema, en ellas se materializa nuestra dedicación y esfuerzo en producción de grasa y proteína de alta calidad.

Viendo a la vaca como eje central de eficiencia en el sistema surge la pregunta ¿cómo debe ser la vaca eficiente? La vaca eficiente es la vaca invisible. ¿INVISIBLE? Si, invisible ante los ojos de operarios, técnicos y productores ya que no causan problemas. Estas vacas nunca se encuentran en los lotes de mastitis ni rengas, nunca se las insemina más de una vez, al secado y al parto mantienen su condición corporal y paren fácilmente sin inconvenientes en el post parto. Estas vacas invisibles son unidades de negocio realmente eficientes y de gran permanencia productiva en el tambo.

Ahora bien, la gran pregunta es ¿cómo podemos lograr identificar estas vacas invisibles? Existen varias prácticas que ayudan a la detección de estas vacas:

  • Tener claramente identificado cada animal y su genealogía.
  • Determinar los índices de cada animal, lo cual hoy puede hacerse desde temprana edad analizando el genoma, dentro de los cuales se destacan el IEP (índice económico productivo), el índice de resistencia a enfermedades y fertilidad, el índice de conversión de materia seca en leche, entre otros.
  • Medir los kg de grasa y proteína y su calidad por vaca.
  • Observar la conformación fenotípica de cada vaca.

 

Las vacas eficientes, en promedio, poseen algunas características similares que permiten mediante una alimentación y bienestar adecuados, producir grandes cantidades de sólidos de buena calidad durante muchas lactancias. Estas características son:

  • Tamaño y capacidad lechera
  • Condición corporal
  • Movilidad
  • Línea superior
  • Sistema mamario

 

Tamaño y capacidad lechera: antes se creía que animales más grandes consumían más y por consecuencia producían más, pero sin embargo no es la vaca más grande la más productiva pues hay una correlación negativa entre el tamaño y la conversión de materia seca que consume y los kg de sólido que produce (vacas más grandes implican mayores costos de mantenimiento). Es importante destacar que como todo rasgo hay un punto de equilibrio y los extremos para este caso no son deseables. Es decir, el tamaño debe ser moderado y con gran capacidad lechera para que le permita consumir el alimento necesario para lograr un adecuado funcionamiento fisiológico al animal y así producir una mayor cantidad de kg de sólidos.

Condición corporal: este rasgo es de suma importancia ya que su correlación con la salud y la fertilidad es de las más altas. Las vacas que llegan al parto con una condición corporal adecuada y luego de éste expresan sólo una leve caída demuestran ser las más saludables, mostrando mayor fortaleza y resistencia a diferentes tipos de enfermedades.

Movilidad: la locomoción de las vacas es de extrema importancia ya que éstas deben tener una movilidad casi atlética para desplazarse hacia los pastoreos y regresar cargadas de leche al establecimiento para su ordeñe. Una buena locomoción va a estar dada por una conformación de patas levemente curvas que permitan amortiguar el peso, particularmente en su tren posterior donde se encuentra el peso mayor del animal. Además, el paso debe ser largo y rectilíneo, donde pisa con su mano debe apoyar la pezuña de su pata.

Línea superior: una línea superior sólida le dará un mayor sostén y fortaleza en la parte posterior del animal, donde se encuentra el mayor peso, y una nivelación adecuada a su grupa.

Sistema mamario: hoy se ha alcanzado un progreso muy importante en conformación de ubre, encontrando la forma de que las vacas puedan tener mucha más capacidad de almacenamiento de leche en sus ubres sin tener que ser demasiado voluminosas. Esto se ha logrado gracias a la combinación de las siguientes características:

  • Gran mejoramiento de la textura; sistemas mamarios que son prácticamente glándula mamaria y poco tejido conectivo. Ubres con estas características son más elásticas y además más livianas, lo que le permite almacenar más leche. Además la mejor textura hace que las vacas se inflamen menos al parir y esa menor inflamación es altamente beneficiosa para evitar rotura de ligamentos.
  • Ubres posteriores altas y anchas; logran una mayor capacidad y se insertan más arriba en el cuerpo logrando mantenerse más lejos de la línea del garrón. La profundidad de ubre es uno de los rasgos de mayor incidencia en la vida productiva de las vacas, por lo que necesitamos que cada vez las vacas den más leche pero que mantengan sus ubres firmemente adheridas al cuerpo.
  • Inserciones anteriores de más capacidad y bien adheridas al abdomen junto a un fuerte ligamento medio.
  • Colocación y largo de pezones deseables, lo que nos permitirá un fácil y rápido ordeñe.

Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente concluimos que implementar un plan de mejoramiento genético será una inversión de gran retorno económico ya que nos permitirá criar y recriar animales, logrando tener una mayor cantidad de vacas invisibles. Lo que implica un gran costo no es la inversión en genética,  sino la cría y recría de animales que después no serán eficientes dentro del sistema.

Lic. Diego Madini

 

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